martes, 25 de octubre de 2016

En el cine


Cuando yo era niña, teníamos pocas salas de cine exclusivas para niños; yo recuerdo una de ellas ya que mis papás vivían muy cerca de ahí, el castillo del cine Lindavista (hoy, templo de San Juan Diego) y era muy lindo en aquel entonces porque tenía las paredes pintadas con personajes de Disney y algunos montables de esos de monedas, también un bañito para niñas y lavabo a la altura y creo que ya, no más. Pero en esa sala (no tan higiénica) vi las mejores películas de aquel entonces, Dumbo, Blancanieves, Bambi, Cenicienta (mi favorita) etc, etc. 



Fui muy feliz con un par de juguetes de esos que vendían afuera y que eran no oficiales, no de licencia, no de Disney, tal vez ni siquiera de la película que veíamos, pero sí llenos de magia para una pequeña. Dice mi mamá que me quedaba sentada y veía toda la película y que me llevaban varias veces porque siempre pedía verla de nuevo dependiendo de cual era. Así seguramente Cenicienta la vi muchas veces hasta aprenderme las canciones y saberme las escenas, porque claro, antes no existía YouTube, Netflix ni nada donde poder ver de nuevo una película sino era en la sala de proyección.  

Creo que ir al cine es un gusto que se va adquiriendo y que no depende de que tan buenas películas viste de niño, al menos no es mi caso. Yo disfruto ir al cine y por eso quisiera compartir ese pasatiempo con mi hija, cosa que hasta el momento, no lo he logrado. 


Hoy en día mi hija puede ir a salas, con alberca de pelotas, con juegos, con luz tenue, con buen clima, con sillones cómodos y hasta un personaje que les hace más amena la entrada;  cosa que "en mis tiempos" no pasaba, sólo era llegar y ver los muñequitos de la pared y luego la película; eso sí, sin los previos comerciales de hoy que duran 20 minutos, si bien nos va, y que van desesperando a todos los pequeños de la sala. 

Por otro lado, puede también tener juguetes, ropa y demás cosas de cada película infantil que sale, sin embargo, a ella no le gusta y no le interesa; a sus casi 5 años no disfruta ir al cine, tanto como lo hacen sus papás. Lo seguimos intentando porque ella nos pide ver tal o cual película, ya sea porque sus amiguitos le platican o por el motivo que sea, pero en realidad prefiere por mucho ir a jugar y correr, saltar, bailar y si la sala está vacía (nos ha tocado) prefiere ir de butaca en butaca sin ver lo que en la pantalla se proyecte. 

Se sienta, se levanta, se pone de cabeza en el asiento, pide ir al baño, y como muchos niños, pregunta por cada escena y lo que ocurre en ella. La hemos llevado a salas para ellos y a funciones en horarios temprano pero es inevitable que se quede atenta más de un par de escenas. A veces escucho a mis amigas que sus hijos logran perfecto ver toda la película de principio a fin, como yo cuando era niña, y por más tips que seguimos, nada funciona.


Si disfrutó Star Wars es más porque sabe de los personajes, y porque las batallas de sables laser son su máximo; igual le gustó Ghostbusters (como ya escribí antes) por todo lo que sabe de ella y los juguetes de colección que disfruta, pero el resto ha tenido una mediana o nula aceptación de su parte. 


En la TV, puede ver una y otra vez El Viaje de Chihiro, Coraline, El extraño mundo de Jack o Frozen y creo que es justo eso lo que hoy le funciona, la inmediatez de poder ver lo que quiera, en el momento que lo desee y con las pausas a su ritmo y así, por el momento, el cine, el ambiente de la sala, y todo lo que implica disfrutar una película fuera de casa, sin depender del tipo de película, ni del lugar, no es del gusto y para el carácter de mi pequeña, como de muchos otros a lo que les es totalmente indiferente ir o no. Como en todo, depende mucho del niño, más que de la película y como siempre, lo que funciona para unos, no funciona para otros. Cada uno es tan diferente como su comportamiento y no depende de que tanta educación tenga o de que tanto sus padres intenten que ponga atención. Al final son niños y no podemos ser intolerantes con ellos y pedir que les guste lo mismo que a nosotros. 



Tal vez algún día logremos que por fin logre sentarse más de un par de escenas y sobretodo que lo disfrute, o tal vez no, pero no perderé la esperanza. Uno nunca sabe si está formando a un director o a un guionista de cine que aún no se descubre a sí mismo. 

jueves, 8 de septiembre de 2016

Mi muñeca de papel, Magic Mindy

Ayer buscando una tarea para mi hija encontré una imagen llena de recuerdos que me transportaron a la tarde en que mi mamá me regaló Magic Mindy, un libro donde podíamos recortar a la muñeca y todo su guardarropa; era lo máximo, traía pijamas, capas, gorros y vestidos que me encantaban, aún me gustaría tenerla y vestirla de nuevo, era un verdadero placer. Tenía otras varias, era fan de ellas y las disfrutaba mucho más que a una Barbie, de la que no era seguidora. Mi gusto por recortar cada vestido y accesorio era tanto, que las llevaba conmigo a donde fuera y por eso Mindy era mi favorita porque traía su bolsita armable de cartón donde guardabas todo.





Buscando la historia de estas muñecas para recortar he encontrado varias, una de ellas menciona que se comenzaron a imprimir en Europa, y era con fines didácticos, ya que mostraban como debía vestirse una dama de sociedad y la acompañaban con textos que te decían el modo de comportarse. Otra historia más dice que aparecieron en Francia y eran llamadas Papins, pero eran más como marionetas y satirizaban a la alta sociedad y los trajes utilizados eran un reflejo de la moda de la época.
 

Su historia en México es que les llamaban Cuquitas, por el personaje de comics norteamericano llamado Tillie the Toiler que publicaban en el periódico junto a una paper doll; aquí lo tradujeron como Cuquita, la mecanógrafa, y se hicieron tan populares que varios diseñadores de modas hacían las suyas para que aparecieran en las revistas.


Yo recuerdo que tenía a puras niñas con vestiditos y otras que traían trajes típicos y accesorios de oficios considerados solo para mujeres, pero dudo que en aquel entonces me importaran esos prejuicios. Solo eran muñecas bonitas y jugaba sin más. Recuerdo también tener a Wonder Woman y era lo máximo.




Nunca tuve una de las bellezas que fabricaban en Inglaterra, pero tampoco es que las necesitara porque tenía mis niñas y mis super héroes todas ellas mujeres porque por hombres o niños no recuerdo si tuve. Veo que allá tenían a Lady Diana, ídolo de ese país y algunos de sus libros para recortar si incluyen al principe Carlos. Yo me quedaría feliz solo con Diana y sus multiples vestidos y accesorios o con gusto recibiría la que tiene al principe William con todo y sus juguetes y personajes de quienes lo visitaban, que la verdad está divertido.



Tantos y tantos modelos que existen y tan genial la pasamos en nuestra infancia que por supuesto he intentado que le interesen a mi hija, y hasta hoy no lo he logrado. Las de ahora ya vienen con ropa autoadherible y escenarios; hay de personajes famosos  y muchas cosas más, pero ni así logro que se siente un rato a recortar y vestir muñecos conmigo, lo volveré a intentar varias veces más. 

Yo aún las compro, y ahora es mejor porque tengo a la Princesa Leia, a Marty McFly, y hasta a Thor. Es mi modo muy personal de disfrutar de trajes que tal vez nunca tendré. Y bueno, también tengo a mi muñequita de carne y hueso a la que me encanta vestir tanto como hace años disfruté de Magic Mindy, y la mía es aún más hermosa. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

Hablemos de Star Trek


Mañana se estrena Star Trek, Sin Límites, la nueva película de una saga que cuenta con un sin número de fans y que cumple cinco décadas desde su estreno. Puedo decirles que después de sus 13 películas y 6 series de televisión, la siempre impresionante Enterprise sigue en el espacio, la frontera final, en una misión en busca de nuevos mundos, nuevas vidas, nuevas civilizaciones y tratando de alcanzar lugares a donde nadie ha podido llegar. Si son fans de la saga la disfrutarán enormemente y si no lo son les digo que será entretenida, y con la cantidad de acción para resultar divertida. Se las recomiendo si les gustan las naves, y los personajes multiculturales que conviven en armonia, por lo menos dentro de la Federación que es una especie de ONU intergaláctica. La van a disfrutar tanto como yo, aunque no sepan mucho de la saga.

Yo vi pocos capítulos de la serie original, pero de algún modo en mi cultura general friki se encontraban los nombres de Kirk y Spock y sabía que eran grandes amigos que viajaban en la Enterprise, y no más. Estos datos pueden ser o no útiles si quieren ver esta nueva cinta, que es la tercera de esta nueva era de reboot de la famosa saga.

Star Trek es atractiva para hombres y mujeres por el hecho de unir y respetar el trabajo de cada quien dentro de la propia nave y el modo en que son compañeros que se ayudan en circunstancias adversas en planetas en los que lo mismo pueden encontrar amigos que enemigos. Sus aventuras espaciales mezclan de un modo armonioso lo mismo humanos, que personajes de otros mundos sin distinciones de género y denotan que las capacidades de todos son tomadas en cuenta.

La primera serie data del año 1966 y nos presenta a la teniente Uhura, la primera mujer de raza negra en obtener un papel de relevancia lejos de los comunes en aquel entonces junto a otros personajes igual de entrañables como lo son Spock, Kirk, Sulu, Bones y otros más.

Para los fans también nos es atractivo el uso de la tecnología que en aquel lejano año era impensable y hoy es retomada como una realidad; desde aquella serie era importante cada detalle en el uso del color de trajes llamativos que cambian dependiendo del cargo que tengan en la Enterprise. Y la ambientación de los planetas en los que se mueven junto a los personajes intergalácticos.

Es una saga por demás interesante y el modo en que ahora es llevada a la pantalla es bastante atractivo para las nuevas generaciones que podrán disfrutar de naves y batallas en el espacio sin que sea nada parecido a lo que nos pueda presentar Star Wars porque todo es tan diferente entre sí que existen fans de ambas sagas que logran convivir en total armonia.

Entrevistando a mis amigos fans de Star Trek preguntaba por mera curiosidad, ¿qué tantas friki mommy hay en la saga? Ya que al ser muy intergaláctico cada tema, los sentimientos de paternidad y maternidad quedan de lado y en realidad tampoco es que hagan falta, pero les daré un par de datos acerca de cómo es tratado el tema en estas últimas cintas.

En esta tercera entrega de Star Trek, Sin Límites, no vemos nada con relación a maternidad, y de hecho es un tema que en toda la saga se menciona poco; en la película del 2009 Star Trek, Un Nuevo Comienzo, es donde mayormente vemos un poco de sentimientos maternos, en especial de uno de los personajes protagonicos, me refiero a Spock, personaje nacido de la unión entre vulcano y humana; su madre le da ese toque de ternura que lo caracteriza en las actuales cintas. Él ama a su madre y la defiende en todo momento y es ella quien ha forjado su carácter y lo ayuda. Este personaje es quien mejor nos presenta esa relación madre e hijo que sólo vemos en la primera película de las nuevas entregas.

También podemos mencionar a la mamá del capitán Kirk, que aparece en las primeras escenas de esa misma cinta del año 2009, donde la vemos dando a luz al pequeño mientras su esposo está salvando a toda la tripulación de su nave, sacrificandose a sí mismo en un acto heróico. Después cuando crece Kirk no sabemos de ella hasta esta tercera película en el que es mencionada en una pequeña frase por uno de sus amigos; esto es lo que funciona muy bien en la saga y no se espera que nos la presenten de nuevo para que el capitan del Enterprise tenga escenas madre e hijo como si ocurre con Spock y su mamá.

En la serie original poco se enfocan en temas así, aunque si se tratan en algunos capítulos. Y creo que esa diferencia es básica con Star Wars ya que allá es tema común y sabemos quienes son padres de quien, madres y hasta abuelos. Acá no, y es tan irrelevante que nos podemos sentar a disfrutar de las aventuras de la Enterprise sin pensar en más que en la teletransportación y salir de ahí a la velocidad warp.

Disfruten pues de esta nueva entrega y que tengan larga y prospera vida.

martes, 16 de agosto de 2016

¿Los niños pequeños pueden ver Cazafantasmas?

(Contiene Spoilers) 
Ayer vi la película y llevé a mi hija de 4 años y 8 meses, y aunque ella no gusta de asistir al cine, insistió varios días con ir a ver a Pegajoso y al Hombre de Malvavisco y después de preguntar a varias personas que ya la habían visto, accedimos. Antes de ir le mostramos los fantasmas que saldrían, los vió mientras le explicabamos que estaban hechos por computadora, que no existen y que solo están en la película. Tomó la decisión de aún con fantasmas, ir a verla. Creo que es mucho porque ha visto la primera y juega con las figuras de los personajes originales.
Ya cuando comenzó la película y salieron luces de colores en escena, estaba medio intranquila, empezó a preguntarse de donde venían las luces, el porqué se caían solas las cosas, etc. después ya comenzaron a salir los fantasmas y sí, a pesar de la previa explicación y de mostrarlos en imagenes, se espantó. Tal vez no gritó, ni corrió, ni brincó, pero sí fue a refugiarse a los brazos de su tía. Después se rió con varias escenas, las groserías no las entendía, los doble sentido tampoco, y el uso de la señal de dedo, menos. Siguió la peli, y entonces corrió a abrazarnos a su papi y a mí, cuando un maniquí se movió y luego ¡booom! un fantasma grande, verde y brillante con forma de demonio ataca a las Cazafantasmas. Entonces se espantó más y se tapó los ojos. Preguntamos si se quería salir y solo quiso ir al baño, pero con toda la intención de regresar. Algunas escenas después también se cubrió los ojitos, no dejamos de abrazarla su papá y yo y entonces por fin aparecieron Pegajoso y luego el Hombre de Malvavisco y hasta brincó de gusto y emoción. Salieron más y más fantasmas y ya estuvo más tranquila, ayudó un poco que son mujeres Cazafantasmas y se identificó con una de ellas y al final entendió que no saldrían los hombres Cazafantasmas originales y como la misma película te explica como llegaron hasta ahí, se sintió más tranquila y ahora hasta quiere ser una y nos dibujó a Pegajoso. 
La música le gustó y bailaba y para el final ya estaba cansada y quería irse a su casa. Como ya mencioné, a ella no le gusta mucho el cine, pero aún así disfrutó esta y lo mejor es que durmió bien, sin pesadillas ni gritos. Mi decisión de llevarla fue por su petición insistente, de otro modo yo no lo hubiera hecho. No es una película infantil, los fantasmas si dan miedo a los niños, y aunque tiene escenas simpáticas, no creo que la disfruten si no poseen referencias y no conocen a los fantasmas de la primera como Pegajoso, por el cual aún sigue preocupada porque entró en un hoyo y no volvió. Al final, la decisión de llevarlos o no es de cada familia, cada mamá sabe lo que puede o no dar miedo a sus hijos y que tanto pueden tener pesadillas después. Eso sí, les sugiero una sala donde, como a la que asistí, puedan estar constantemente abrazando a sus pequeños y respondiendo preguntas

Trailer en español